Después de mi cumpleaños, en el que fuimos a un restorán italiano y pedí este mismo plato, quedé picadísimo. Vino un “arroz con mariscos” seco, con poco y nada de queso y sin mucho sabor. Ni si quiera venía del todo caliente. Por lo que en ese mismo instante decidí hacerlo al poco tiempo en casa… ¡Mi paladar exigía una revancha! Además, el asunto entre el risotto y yo es ya algo personal, y luego de algunas duras batallas con resultados bastante parejos, ¡vencí!
- 400gr de Arrozo de Risotto
- 1 Cebolla Grande, picada finamente
- 1 “Rama” de Apio (Finamente cortada, opcional para dar más consistencia)
- 700cc de Vino Blanco
- 2 Dientes de Ajo
- 1 Bolsita de Azafrán (Son como 0,01gr, pero sobra y basta)
- 150gr de Queso Parmesano (¡No el rayado! Si ya van a gastar plata con los mariscos, no sean mano de guagua)
- 500 gr de Choritos
- 2 Tarros Grande de Surtido de Mariscos
- 1 Tarro de Machas (o Cualquier otro marisco de su preferencia que les guste)
- ½ Bolsa de Camarones Chica (No recuerdo cuántos gramos son, pero siéntase libres de agregarles cuánto gusten)
- Perejil a gusto
- Ají a gusto
- 1-1,5lt de Agua
- 2 cucharadas de Aceite de Oliva
- 1 cucharada de Mantequilla
- Sal y Pimienta
- Primero, pongan a hervir los choritos en agua, vino blanco, una ñisca de cebolla finamente picada, sal y pimienta. Antes quítenles cualquier mugrecita con la que pudieran venir.
- Mientras se cocinan, piquen finamente la cebolla, el apio y el ajo finamente. Puede que parezca mucho, pero se reduce increíblemente harto y hace la base del plato. Cuando tengan todo cortado, saquen una olla grande, no la arrocera, pongan el aceite de oliva y la mantequilla a calentar. Cuando este caliente, agreguen todo lo que habían cortado y el azafrán. Cocínenlo a fuego medio, alrededor de 15 minutos o hasta que todo esté ya blandito.
- Mientras tanto, verifiquen si los choritos están listos. Cuando lo estén, sáquenlos y guárdenlos en algún lugar evitando que se enfríen. NO boten el caldo. Tampoco se entusiasmen mucho tomándoselo, que queda buenísimo y si hace frío lo quita harto.
- Cuando los vegetales estén listos, agreguen en arroz y fríanlo como lo harían normalmente con él, hasta que esté medio transparente. En ese instante agreguen el resto del vino (alrededor de 2 tazas) y esperen a que se evapore.
- Ahora viene el proceso lento y “trabajoso”. Agreguen una o dos “cucharadones” de caldo (con esas que se sirve la sopa), que quedé bien mojadito y una buena pizca de sal. Esperen a que el caldo vaya siendo absorbido y cuando vean que está ya un poco seco – ¡no dejen que se seque completamente nunca! – agreguen más caldo al risotto. Repitan este proceso durante unos 10-12 minutos o hasta que el arroz esté casi listo.
- En este punto deben agregar los mariscos y revolver. Si lo desean, echen un poco del juguito en el que vienen a la mezcla, usen su sentido común si es que vienen en aceite, o sino les quedará muy aceitoso. Revuelvan y sigan agregando caldo hasta que esté cocido.
- Ahí sáquenlo del fuego. Agreguen una cucharada de mantequilla al risotto y acá tienen dos opciones. Supuestamente no se debe mezclar queso y mariscos en las pastas o este plato, pero como no estamos en Italia… Yo le agregué el queso previamente rayado y eché sal y pimienta hasta que estuve satisfecho. Si no quieren, agreguen un poco de aceite de oliva y el jugo de 1 limón. Tápenlo y ¡déjenlo reposar 2 minutos!
- Por mientras saquen los platos, hondos, tengan los choritos a mano, piquen o corten con tijeras un poco de perejil. Sirvan la porción deseada en cada plato. Agreguen un poco del caldo que les sobró, 3-4 choritos y el perejil encima. ¡Listo! A comer inmediatamente. Recuerden que “los invitados esperan al risotto, no el risotto a los invitados”.